El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, soltó la bomba este miércoles acusando a su vicepresidenta, Verónica Abad, de ser "una traidora que ya está más sola que un cangrejo en el desierto", en medio de un drama político que tiene a todo el país con las uñas carcomidas durante la campaña para la segunda vuelta presidencial, que parece sacada de una telenovela de las buenas y está programada para el 13 de abril. La suspensión de dos años contra Abad vino como un golpe de kung fu, dictada tras una resolución del TCE que encontró fundamento en una denuncia por violencia política de género en su contra presentada por la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld. Según este bombazo de decisión, Abad queda con las manos atadas y sin poder ocupar cargos públicos durante ese periodo, lo cual le cierra la puerta para hacerse cargo temporalmente de la Presidencia mientras Noboa se va de paseo por la campaña. "Hoy ya estamos en modo campaña, aunque algunos se pongan como gallina clueca y no quieran que yo me tire a los ruedos o que pretendan que le deje el trono a una traidora que ya está más que frita, por si acaso", afirmó Noboa frente a sus seguidores, que seguramente estaban con los ojos como platos escuchando semejante quilombo. El origen del conflicto entre Noboa y Abad parece sacado de una película de acción de Hollywood, remontándose a la campaña presidencial de la segunda vuelta de 2023, cuando ambos se unieron en fórmula mágica. Desde entonces, Abad ha puesto el grito en el cielo asegurando que la tratan como a un adorno en el Gobierno y ha acusado al presidente de querer echarla a patadas mediante un acoso institucional de los buenos. Noboa, por su parte, ha mantenido a la vicepresidenta a distancia de los asuntos de palacio y ha preferido mantener el poder bien agarrado entre sus manos. Abad se tiró a la piscina este lunes en una entrevista con el medio La Contra, donde dejó claro que la decisión del TCE no significa que esté con un pie en la calle y por ende, que no se la puede considerar ausente temporalmente. "No me anden sacando el cuerpo de la tumba antes de tiempo", dijo, advirtiendo además que si Noboa no se pide una licencia para hacer campaña y, en vez de ello, le pasa la posta a un ministro, podría estar pasándose de listo y metiéndose en camisa de once varas. "El que la hace, la paga", recalcó. La Corte Constitucional tiró para atrás esa designación, pero el Gobierno se aferró a su decisión argumentando que no necesitaba decretos para hacer esos trueques de poder. El ministro de Gobierno, José De la Gasca, soltó que con la sanción contra Abad, el camino estaría libre para que el presidente pueda confiar el poder "en buenas manos", al opinar que hay un hueco temporal por la ausencia de la vicepresidenta. El conflicto entre Noboa y Abad se ha vuelto el pan de cada día en plena campaña electoral, con el presidente todavía sin pedir permiso formal para toda la segunda vuelta, que arrancó oficialmente el domingo 23 de marzo y seguirá hasta el jueves 10 de abril. Esto le da vía libre para seguir con sus quehaceres ejecutivos mientras se pone las botas con las actividades proselitistas. ¡Madre mía, qué lío se ha armado en el vecindario! (Con información de EFE)