¡Paren las prensas! En un intento por resolver el embrollo de los trapos viejos, los países de la UE se pusieron las pilas y ahora exigen reciclar la ropa por separado. ¡Suecia se puso las pilas y aumentó un 60% la recolección de textiles! ¿Será que pronto veremos a los suecos luciendo modelitos reciclados por las calles?

Pero no todo es color de rosa en este cuento de hadas sostenible. Resulta que Suecia anda un poco corta de infraestructura para lidiar con tanta ropa usada. ¡Ay, ay, ay, la moda rápida nos está pasando factura! ¿Sabían que hacer una simple camiseta implica gastar 2.500 litros de agua y un kilo de productos químicos? ¡Una locura total!

Y como no todo puede recaer sobre los hombros de los consumidores, las grandes marcas de moda rápida, como H&M y Zara, van a tener que ponerse las pilas también. ¡Se acabó el lavarse las manos! Estas empresas van a tener que hacerse cargo del final de vida útil de sus productos, desde la recolección hasta el reciclaje. ¡Que tiemble el armario de ropa usada!

Pero ojo, no todo depende de las regulaciones. Los consumidores también tenemos que poner de nuestra parte. ¿Qué les parece la idea de limitarse a comprar solo cinco prendas nuevas al año? ¡Menos es más, amigos!

Y mientras tanto, en Suecia se ponen creativos con los intercambios de ropa. ¡Una verdadera fiesta del trueque! ¡Donas lo que ya no quieres y te llevas algo nuevo a casa! ¿Quién dijo que la moda no podía ser sostenible y divertida?

Aunque bueno, no todo es color de rosa. Algunas ciudades todavía queman la ropa usada por falta de demanda. Pero Suecia está en ello, mejorando su infraestructura y reduciendo la exportación de ropa usada. ¡Vamos Suecia, que el mundo está mirando!