El broker uruguayo Ignacio González Palumbo era todo un showman enviando informes a sus clientes sobre sus movidas en la bolsa, haciéndoles creer que estaban en la cresta de la ola financiera. El asunto pintaba bien mientras nadie exigía sacar la plata, pero cuando empezaron a reclamar, se dieron cuenta de que los intereses eran más esquivos que un unicornio en el subte.
La empresa misma fue la primera en tirarle la soga al cuello, argumentando que el corredor no era ni empleado ni nada, solo un intermediario con aires de grandeza. Aunque en algunos mails aparecía su nombre en el sello de la firma.
Con solo 38 años, González Palumbo ya era un veterano en el mundo de las inversiones desde 2019. Le encantaba fardar con una vida de lujos y excentricidades, según cuentan por ahí. Cambiaba de auto más seguido que de calzones, se tomaba enero en Punta del Este como si fuera su cumpleaños todos los días y se codeaba en el casino VIP del Enjoy como si fuera su segundo hogar. En Montevideo, se daba el lujo de alquilar un penthouse en Punta Carretas, la zona top de la ciudad.
Con la ayuda económica de la familia de su esposa, Ignacio se las ingenió para hacer crecer su imperio. Al principio, cumplía con lo prometido, lo que ganó la confianza de otros parientes que se fueron sumando a la movida. Ahora tiene una lista de clientes más larga que una maratón y unos cuantos dolares que no les pertenecen a ellos.
Las amenazas no tardaron en llegar, con mensajes de WhatsApp dignos de película de mafia. "Te voy a encontrar, tus hijos no estarán a salvo. Devuélveme la plata o prepárate para lo peor", le escribían desde un número mexicano. Desde Argentina le mandaban más leña al fuego: "Responde ya, o te mando a buscar con un corralito".
Ante semejantes advertencias, González Palumbo optó por volverse fantasma. La familia decidió darle vacaciones escolares a los niños por un tiempo. Fuentes cercanas al caso aseguran que el acusado se esfumó y solo contesta llamadas de su clan.
Unos cuantos inversores argentinos cruzan los dedos esperando una solución mágica para recuperar la plata perdida. Algunos extranjeros damnificados señalan tanto a él como a la empresa, argumentando que eran cómplices en esta trama de telenovela financiera.