Ana Catalina Emmerich, una beata del siglo XVIII, afirmaba haber presenciado eventos como la Última Cena, la traición de Judas y la crucifixión de Jesús, detallando todo con precisión. Su relato inspiró la exitosa película "La Pasión de Cristo" de Mel Gibson. El licenciado Pablo Marini la describe como una figura equilibrada y en constante comunicación con Jesús. Emmerich nació en 1774 en una familia piadosa y más tarde ingresó a un convento agustino.

En su libro "La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo", Emmerich detalla la Semana Santa con información adicional a la biblia, incluyendo escenas como la preparación de la Última Cena y la presencia de María y María Magdalena en la crucifixión. También describe la crucifixión con crudeza, incluyendo los detalles de la colocación en la cruz.

Desde el estreno de la película en 2004, Pablo Marini ha dado charlas analizando el filme desde una perspectiva cinematográfica y teológica, considerándolo un instrumento de evangelización. En su libro "Redimidos", Marini revisa los personajes de la película, destacando las diferencias entre los masculinos, caracterizados por brutalidad y crueldad, y las figuras femeninas, como María, representadas de manera más compasiva.

Las visiones de Emmerich, plasmadas por el poeta Klemens Brentano, agregan detalles a los relatos bíblicos, como las conversaciones entre Jesús y sus discípulos antes de la Última Cena y la presencia de María en la crucifixión. Estas revelaciones han enriquecido la narrativa tradicional de la Pasión de Cristo.