El primer ministro de Francia, Bayrou, se vio en aprietos durante una conferencia de prensa luego de que su hija mayor sacara los trapitos al sol y denunciara actos feos ocurridos en un campamento de verano organizado por la misma pandilla que maneja el colegio Notre Dame de Bétharram, en el suroeste de Francia, donde parece que se desató un escándalo de pederastia de proporciones épicas.

Hélène Perlant soltó la sopa de que a los 14 años fue víctima de violencia física en uno de esos campamentos veraniegos organizados por los mismos curas que están al mando del colegio de Nuestra Señora de Bétharram, donde al parecer se vivieron varios casos de abusos entre los años 70 y 90. ¡Cachá la que se armó!

Pero lo más jugoso del asunto es que la pobre hija no le había contado ni mú a su papá. ¡Imaginate la cara del Bayrou cuando se enteró por los diarios! La historia de Hélène se suma al culebrón que es el libro "El Silencio de Bétharram", donde varios exalumnos cuentan sus penas por los abusos sexuales sufridos en el colegio Nuestra Señora de Bétharram, y ahora resulta que le salpicó la sopa al propio Bayrou, a quien algunos acusan de usar la mordaza cuando era Ministro de Educación. Pero él niega todo, ¡eh!

El Bayrou, entre la espada y la pared, dijo que el testimonio de su hija le dio justo en la patata y siente el dolor no solo como padre, sino también como funcionario, pensando en el daño causado a las otras posibles víctimas. El jefe del chiringuito galo aseguró que charla "re seguido" con su hija, pero que ella jamás le había tirado la posta sobre este episodio.

En sus tiempos mozos, Bayrou fue Ministro de Educación entre el 93 y el 97, y ahora se hace el distraído diciendo que nunca se enteró de nada, aunque hay varios que juran y perjuran que sí sabía la posta. Resulta que la escuela, que abrió sus puertas en 1837, tuvo como alumnos a varios de sus retoños, ¡y hasta su jermu fue profe de catecismo por un rato! ¡Ay, qué lío se armó en la casa Bayrou!