¡Se armó la balanza en la Fórmula 1! Después de cada carrera, los pilotos se someten a la temida pesada oficial, donde deben subirse con todo y traje de piloto para saber cuántos kilos suman en total. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) no se anda con chiquitas, ¡aquí no se escapa ni uno!
En la temporada 2025, el combo coche-piloto tiene que dar en la romana 798 kilogramos, pero atención, que en el 2026 van a cambiar las reglas: el auto deberá pesar mínimo 768 kilos, y el piloto, 82 kilos bien puestos. Una vez que se bajan de la báscula, los oficiales entregan un comprobante con el peso exacto, hasta con decimales, ¡para que no haya trampitas!
Este papelito no solo sirve para mantener los papeles en regla, sino que es clave para la salud de los corredores. En una carrera, pueden perder hasta 3 kilos de puro esfuerzo y adrenalina, sobre todo si el sol aprieta como en el Gran Premio de Qatar. Ahí es donde entra en juego el fisioterapeuta, quien con el peso en mano diseña un plan de rehidratación y comida post-carrera. ¡El papelito vale oro!
Los pilotos de F1 son como superhéroes, pero en versión extrema. Se enfrentan a fuerzas G que desafiarían a cualquiera. Imagínate sentir una presión cinco veces más fuerte que la gravedad normal, ¡es como si te pusieran un elefante en la espalda! Los cuellos y músculos de estos pilotos tienen que estar más fuertes que el mismísimo Hulk para aguantar semejante castigo.
Y hablando de héroes, ¿recuerdan cuando Esteban Ocon tuvo un percance estomacal en plena competencia en Lusail en el 2023? Vomitó en su casco y aún así cruzó la meta en séptimo lugar. ¡Un verdadero campeón! Fernando Alonso no se quedó atrás, se quejaba de que su asiento parecía una parrilla, y Verstappen y Piastri llegaron al final exhaustos. ¡Esto es más emocionante que una telenovela!
En fin, ser piloto de F1 no es para cualquiera. Lewis Hamilton soportó casi 5G en una curva y hasta 5.6G en otra durante el Gran Premio de la Toscana en el 2020. ¡Imagínate sentirte cinco veces más pesado de golpe! Es por eso que estos valientes entrenan como bestias, con rutinas de resistencia, fuerza, flexibilidad y hasta tiempo de reacción. ¡Son atletas en toda regla!
¡Y no podemos olvidar el corazón! Durante una carrera, el ritmo cardíaco de un piloto puede dispararse a 170-180 latidos por minuto, ¡como si estuviera corriendo una maratón sin moverse del asiento del auto! ¡La Fórmula 1 no es solo velocidad, es resistencia, fuerza y aguante hasta la bandera a cuadros!